El ARTE DE ENSEÑAR

El destino de este escrito es el de compartir una reflexión.
Durante el desarrollo de mi profesión me he preguntado constantemente qué quiere decir: Educar.
Educar no es una palabra sencilla y no podemos referirnos a ella como palabra suelta, no podemos entenderla si no la ubicamos en relación a un contexto. Dentro de ese contexto educar pareciera pertenecer a un decálogo de principios, de mandamientos, de una Ley mas allá de nosotros, ¿ Y quién es el autor de esta Ley?
¿Los países que llamamos desarrollados? ¿ Los fenómenos sociales que crean instituciones lujosas y con contenidos preestablecidos?
¿Es acaso un proceso en el cual las personas somos recolectores de datos y estructuras donde se encuadra el pensamiento?
¿ Esperamos un premio o somos castigados por no pertenecer a ese encuadre? ¿Si pensamos y hacemos algo diferente, estaríamos fuera de la Ley?
En definitiva ¿Es un fenómeno Humano o Divino?
El eterno planteo entre lo dual y lo que se une.
Tenemos miedo a no estar autorizados ...., miedo a la autoría... a la responsabilidad propia de crear hechos...., sin tener lo que algunos llaman: “Título”, una rúbrica de autorización, un pasaporte inteligente.

No puedo dejar afuera de este texto un sin fin de estas preguntas, esto me desafía a pensar junto a ustedes, pensar en comunidad.
La palabra educar y comunidad están profundamente enlazadas y allí es donde cabe contextuarlas.
Estamos en épocas difíciles, porque vivimos situaciones planetarias que remarcan la pobreza, la ceguera y sobre todo la sordera, vivimos en compartimentos aislados y así aislamos los conocimientos como si fueran independientes unos de otros.
Esta concepción nos hace perder la visión de un mundo conectado poniendo al Ser Humano como individuo desprovisto de intangibles riquezas.
Los modelos educativos respaldan esta situación, olvidando el origen de la palabra Inteligencia: Intelligentia, que quiere decir movimiento, el movimiento que se conoce a través de una acto, un acto donde la sensibilidad es con-movida.
A cambio de promover a esta conmoción espiritual racional seguimos probando y aceptando la falta de Intelligentia, la falta de Arte, lo que llamaríamos estable, modelos que aceptamos como estables por tener un equilibrio conocido, cuando el Arte de Enseñar se basa en un constante fuera del equilibrio. Un equilibrio dinámico es aquel que salta bordes impulsado por la imaginación y es el dinamismo que nos empuja, el que nos hace descubrir un equilibrio nuevo, otra posibilidad.
Un equilibrio que nos enseña, nos da señas.
Si pensamos en la posibilidad de un cambio y nos ponemos a trabajar en él
debemos imaginar un modelo de enseñanza que tenga que ver con lo humano, con la sensibilidad más profunda y ampararnos en otras herramientas cuyas características se basen en el desarrollo de la sensibilidad.
A esta tarea yo le llamo: Herramientas Sensoriales, lo que podemos desarrollar a través de una ampliación de los sentidos, pensemos; el que tiene sentidos más desarrollados es el que encuentra diversidad de sentidos en cada palabra, en cada acto de Transmisión y vive dentro de ese mundo obteniendo la OPCIÓN ABIERTA de auto- transmutarse.


Los modelos que podemos construir para lo que llamamos: Educar, deben ser cuidados como parte fundamental de nuestro ecosistema, como Naturaleza de Vida.
Naturaleza y Vida son palabras sensibles e inherentes al Arte. El que enseña como un Arte está inmerso, es parte de La Naturaleza y más aun, su vida cobra otra forma. ¿Y qué es Naturaleza de Vida?
Es incorporar el conocimiento como sensación, el conocimiento como belleza, lo Natural, lo que solamente puede describirse como una experiencia estética.
La Vida de un conocimiento es Belleza.
Alejar belleza de educar, es alejarse peligrosamente del Ecosistema, es quedarse en un aparte, una isla de “poder”, yo diría: Una isla de impotencia.
Muchas personas pasan datos, pocas enseñan, pero además hay que estar en guardia porque los datos dan poder y en vez de enseñar nos señalan a los que están dentro de ese poder comandando a un mundo de pretendida educación para los que desean casarse con él. Es interesante recuperar la palabra Matrimonio (casamiento) que viene de Madre y no confundirla con Patrimonio que viene de Padre y no de poder.
Entonces podríamos pensar desde estas palabras que no siempre aprender es educar, no siempre acumular datos es aprender.

Las personas aprendemos, si somos atravesados por una experiencia ( y llamo experiencia a lo sensible) donde recibimos y emitimos en el mismo instante. Recibir y Emitir son las dos componentes esenciales de ese acto, si lo llamamos: un Acto de Arte.
Si ese acto se divide en dos estaríamos en el conocido modelo de educandos y educadores, fuera del Arte, modelo binario con el cual debemos pelear para poder pasar a un aprendizaje comunitario, donde la diferencia reside solamente en la experiencia entre unos y otros.

Educar entonces es Transmitir- Recibir, es una experiencia Trans, transporte, viaje, más allá de uno, alteridad, comunidad.
Si nos detenemos un instante en este lugar podríamos pensar que Educar pertenece a la vocación Artística, la vocación de comunicarnos.
Los Artistas actuamos por necesidad, una necesidad acuciante de trascender hacia el otro modificándonos recíprocamente. Todos los seres humanos intentamos lograr algo similar a través de nuestra actividad y por ello:
Ningún Ser Humano en el Arte o en la Vida tiene vedada la oportunidad de ser instrumento de comunicación.
Todos somos instrumentos, todos somos parte del Arte.

Para el espíritu creador la vocación de trascender reside en revalorizar permanentemente la concepción de la realidad y es un impulso muy profundo. Tan profundo como su posibilidad de existir.
Los creadores (hacedores) jamás podemos conformar nuestra necesidad interna de producir significados. La creación es, de hecho, una manera de reestructurar valores existentes en la realidad para fomentar una lectura de la vida que hasta entonces permanecía oculta.
Esa labor creadora (hacedora) de la educación, incluye la posibilidad de influir sobre la organización concreta de lo que llamamos realidad.
La vocación artística es educación pura es, en este sentido holística y trasportadora, el creador honesto es rebelde y transdisciplinario por Naturaleza.

El Arte es un transmisor Natural y los que decidimos abordarlo debemos crear formas, modos, que afecten fuertemente a las personas y les produzcan cambios físicos. Entiéndase por físicos a: psíquicos-emocionales-antropológicos.
Es así que el Arte es el máximo enseñante es el que seña y deja huellas, marcas profundas en el quehacer cotidiano de las personas, transmuta su existencia y las cambia de plano. Las saca del mundo maquínico y consumista de “productos educativos” de la inanición y las impulsa a ser un sendero donde surge el alimento.
Enseñar- Aprender- Arte, es alimento puro. Alimento libre de contaminación. Enseñar- Aprender-Arte, es abrir los poros, los conductos, alertar los sentidos y llevarlos a su máxima potencia.

Para terminar esta reflexión quisiera compartir con ustedes una serie de principios que elijo, porque me han marcado profundamente.

¿Qué es Aprender?

- Sufrir una experiencia
- Exponerse para un cambio
- La maravillosa Alquimia de la transformación
- Aprender es cambiar de forma abandonando la anterior
- Es recuperar el oído, la Música de lo olvidado
- Es re-novar la sangre y circular en otro u otros sentidos
- Es bifurcar, tomar una tangente, expandir
- Es quedar prendido de la pregunta sin respuesta inmediata
- Es sentir la nobleza
- Es generarse en la generosidad
- Es salir de una construcción que parece sólida y desarmarse volviéndose fluido
- Es tomar más de una forma y volverse trans-forma o transformador o transformable
- Es volverse transversal y circular
- Es aprender a crear espirales
- Es soltar la línea recta
- Es volver al Ser, y ser un individuo ritual
- Es abitar el conocimiento.
- Es sentirse hábitat, casa, madre-padre

En definitiva, es abrir las manos hacia los que nos rodean y perder el miedo de entregar lo que tenemos para comprender, que sólo a través de los otros volveremos a la posibilidad de Ser mejores Seres Humanos.